El café tiene propiedades beneficiosas para la salud por lo que su consumo en un adulto es recomendable. Sin embargo, la cafeína que contiene también puede ser nociva para el organismo. Esto sucede cuando rebasamos la cantidad recomendada de 400 miligramos diarios, o lo que es lo mismo, unas 4 tazas de café al día. Muchas personas consumen habitualmente una gran cantidad de café y buscan maneras de reducir su consumo, sea porque son conscientes de que su abuso es perjudicial para la salud o por recomendación médica. Y aquí es donde entra la achicoria. Son muchos los que desconocen esta planta y sus propiedades. En este artículo te vamos a contar todo sobre la achicoria: qué es y cómo puedes utilizarla como sustituta del café.
La achicoria: qué es y de dónde proviene
La achicoria o «Chicorium intybus» es una planta herbácea robusta que da unas preciosas flores de color azul en los meses de verano. Proviene de las zonas mediterráneas de Asia y de Europa, y también de África pues ya la cultivaban y consumían antiguamente los egipcios por sus propiedades medicinales.
Se trata de una planta perenne silvestre, es decir, que crece naturalmente sin la intervención del hombre. En España, abunda en caminos, al borde de los prados y cerca de los ríos.
Su raíz se utiliza en forma de infusión como alternativa al café pero también su hoja es comestible y se usa como vegetal en ensaladas. Es más, seguramente ya la has probado en alguna de sus variedades cultivadas y comercializadas en Europa, bien bajo el nombre de endivia Belga o bajo el de escarola o escarola rizada.
Sus hojas, de color verde aunque también pueden ser moradas, tienen un sabor ligeramente amargo. Cuentan con los bordes dentados y además de sabor, aportan una textura carnosa cuando son incorporadas en crudo a cualquier plato.
La achicoria tiene propiedades naturales que son beneficiosas para nuestra salud y por las que su uso en el antiguo mundo era medicinal. Te la detallamos a continuación, así como sus componentes nutricionales.
Propiedades y beneficios de la achicoria
Es un vegetal compuesto de agua mayoritariamente pero también muy rico en nutrientes. Contiene vitamina C, B y A, imprescindibles en el buen funcionamiento del sistema inmunitario, en la prevención de enfermedades degenerativas y en la buena salud de la vista, el cabello, los huesos y la piel. La achicoria también es rica en minerales como el hierro y el potasio y una fuente de calcio y magnesio, además de contener fibra.
Es un excelente diurético y ayuda a saciar el apetito. Ello, unido a que en 100 gramos de achicoria solamente hay alrededor de 20 kilocalorías, hace que sea perfecta como parte de dietas de adelgazamiento, control de peso o retención de líquidos. Además, al permitir una mayor producción de orina, sirve también de ayuda en enfermedades como la gota y los cálculos renales y en personas hipertensas.
Por otro lado, gracias a sus taninos, actúa como depurador y antioxidante, desinfectando y desinflamando nuestro organismo y protegiéndonos de los radicales libres, así como previniendo la contracción de enfermedades.
Pero sobre todo destaca por sus beneficios en la digestión. Favorece una flora intestinal sana y previene el estreñimiento gracias a los agentes prebióticos que hay en la inulina que se extrae de su raíz. Asimismo, ésta reduce el colesterol malo mejorando la salud cardiovascular. La achicoria es un buen aliado para las personas con digestiones pesadas ya que contiene intibina, que es la sustancia que le da el sabor amargo y que facilita la digestión de los alimentos.
Su uso como sucedáneo del café
Ahora que ya conoces qué es la achicoria y los beneficios que tiene, te contamos a continuación su uso como alternativa al café.
El uso de la achicoria como café en España remonta a la Guerra Civil, cuando comenzó a consumirse por la escasez y las condiciones económicas del momento. El café era un bien caro y para sustituir la costumbre de tomarlo, la infusión de achicoria aportaba el mismo color y un sabor algo similar al de un café.
En la actualidad, se comercializa como alternativa al café para aquellas personas que por salud desean reducir su elevado consumo del mismo o que han de hacerlo por recomendación médica (véase el caso de embarazadas, personas con hipertensión o colesterol alto). Si bien su sabor puede recordar al del café y consigue hacer su función en relación al efecto placebo, la achicoria no contiene cafeína por lo que no te hará despertar ni estar más alerta. Es más, tiene propiedades relajantes por lo que es una buena opción para sustituir los cafés de la tarde.
Al no contener cafeína no resulta perjudicial para la salud ni hay que contar las tazas que se toman al día. No contiene gluten ni estimulantes pero sí fibra, resultando muy saludable. La infusión o «café de achicoria» es por lo tanto válida tanto para adultos como niños.
Para preparar el café de achicoria no se utiliza la hoja sino que se tritura la raíz. Pero esta planta no tiene por qué ser únicamente un sustituto del café sino que es ideal como complemento del mismo. Lo ideal sería que por las mañanas consumas café y, a partir de cierta hora de la tarde, achicoria para que un consumo excesivo de café no influya en la conciliación de tu sueño.
Cómo preparar el café de achicoria
El café de achicoria, que es nada más y nada menos que una especie de infusión, se prepara de manera muy sencilla. Todo dependerá del tipo de producto que compres. La puedes encontrar tanto en formato soluble como en versión tostada. Si te decantas por la rapidez y conveniencia, hazte con la achicoria soluble y simplemente tendrás que servir una cucharada sopera en una taza y verter agua caliente o leche. Añade edulcorante si prefieres endulzar tu infusión.
Para que tu experiencia sea lo más parecida a la del café, prueba la versión tostada de la achicoria y prepárala en una cafetera italiana o de filtro. Según cuáles sean tus motivos para probar esta bebida saludable, tómala sola o mézclala con tu café en la propia cafetera. En cualquier caso, te beneficiarás de sus propiedades digestivas y mejorarás tu tránsito intestinal.
Tal y como hemos explicado anteriormente, también puedes optar por favorecerte de todas las propiedades de esta planta consumiendo sus hojas en forma de ensalada o como guarnición de otros platos. Elige las hojas más claritas, lávalas adecuadamente y mézclalas con los ingredientes que desees y un buen aliño. No sólo aportarán sabor sino una textura crujiente placentera. Pero además, puedes hornear y gratinar sus hojas verdes como el kale o comerlas cocidas como si se tratase de cualquier otra verdura. ¡Prueba algo nuevo y a disfrutar!
IMÁGENES: Pexels