La psicología es un factor determinante en el deporte y en el rendimiento. La mente hace un gran efecto en el rendimiento deportivo. Factores simples como un nuevo equipamiento, el cual realmente no influye en nada, puede hacer que el atleta mejore. La capacidad de la mente para influir en el rendimiento deportivo ha sido demostrada en experimentos científicos.
En un estudio simplemente modificando psicológicamente el tiempo se demostró que el cerebro es el que dicta nuestra capacidad física. Varios deportistas hicieron una prueba de rendimiento durante 10 minutos intentando dar el máximo. Otro día les pidieron realizar lo mismo, pero tenían un reloj que funcionaba más lento. El tiempo realmente duró 12 minutos y ellos sintieron el mismo esfuerzo y aguantaron con la misma intensidad el mismo esfuerzo durante 2 minutos más.
Factores de la psicología en el deporte que pueden mejorar el rendimiento
Vamos a contar varios factores en los que puedes trabajar para mejorar el lado psicológico que influye en tu rendimiento deportivo.
Confianza
Confía en ti. No tengas dudas y visualiza tu éxito. Trabajando este aspecto evitarás la ansiedad y lograrás con más facilidad los objetivos realistas que tienes propuestos.
Controla las emociones
En el deporte, en las inversiones o en la vida social las emociones nos impulsan a la acción. Si eres consciente y con la mente fría ves en qué punto están influyendo tomarás las decisiones con mayor acierto.
Visualiza
Lo hemos comentado antes, pero recalcamos la importancia de la visualización. Visualiza el éxito como forma de motivación. Imagina lo que vas a hacer, imagina tus movimientos, repítelos en la imaginación y tu cuerpo acabará haciéndolos mejor porque “ya los conoce”.
Avanza, no te estanques
Muchas veces no avanzamos porque el cerebro nos dice que no podemos, pero no porque realmente el cuerpo no pueda. Vence tus miedos enfrentándote a ellos, aprende de los errores y poco a poco llegarás a nuevas metas.
Analiza puntos débiles y fuertes
Quizá nunca te paras a pensar en tus puntos débiles y fuertes y qué hacer con ellos, simplemente están ahí. Siéntate en soledad y en silencio. Piensa cuáles son tus puntos débiles, estudia sobre cómo mejorarlos y escribe un planing para hacerlo. Después piensa en los fuertes y analiza cómo usarlos para que te ayuden a ser aún mejor, cómo sacarles el máximo provecho. Tienes que potenciar tus buenas habilidades y conocerte a ti mismo. Pensar sobre los puntos fuertes te harán ganar en confianza y pensar sobre los débiles te hará batirlos e incluso convertirlos en fuertes.
Todo esto también hará que si te surge un contratiempo sepas mejor cómo reaccionar. Te conoces mejor y sabes qué debes hacer, no te paralizarás.
Autocrítica
No pensemos que la culpa de nuestra falta de mejoría es por factores externos. Cada uno es la mayor influencia de sí mismo. Seamos conscientes de que nuestro interior es lo que más nos afecta. También debemos tener en mente que en los días malos se aprende más que en los días buenos.
Psicología en el deporte en atletas de élite
Aprovechar el poder de la mente es un buen factor para alcanzar un mayor rendimiento. En alta competición el papel del psicólogo deportivo ya tiene mucha importancia, tanto como la del entrenador personal.
Las expectativas de uno mismo o del público ofrecen gran presión en el atleta. El miedo al fracaso también. Si podemos controlar mejor esta presión competiremos más centrados en el rendimiento y menos en los factores externos.
Una tarea importante es preguntarnos cuáles son nuestros objetivos, qué pasa si lo conseguimos y qué pasa si no. También ponernos objetivos a corto y medio plazo, los cuales tienen que ser reales y bien definidos.
Psicología en los entrenamientos
En los entrenamientos hay que centrar la concentración. Aunque pensemos que el rendimiento en un entrenamiento sin importancia va a ser el mismo, si lo realizamos concentrados día tras día, acabaremos sumando mini dosis de mejora que a la larga serán grandes dosis.
Psicología en el deporte colectivo
Hablar con los compañeros y enfocarse en la cohesión y en el punto común al que quieren llegar. Cuanto más unido esté un grupo mejor jugará. Si los jugadores se conocen fuera del ámbito deportivo y tienen una buena relación extradeportiva tendrán una mayor cohesión en el trabajo en grupo. Crear lazos de confianza social crearán lazos de confianza en el campo. Siguiendo con este tema, ser amigos y conocerse hace que se empatice también mejor en el juego.
Los egos pueden romper la unión del equipo. Es necesario trabajar el liderazgo y dejar claro que el líder real es el entrenador, y que los jugadores son todos iguales y necesarios. El propio entrenador es el que debe dejar claro este punto para que no se altere el rendimiento en el grupo.
Cuando llega alguien nuevo, y más si se le considera alguien con un rendimiento superior, puede afectar al grupo. En estos casos deberíamos centrarnos en uno mismo, olvidar la comparativa y seguir mejorando comparándonos sólo con nosotros mismos. Podemos también tomarlo como un maestro del que aprender, y por qué no pensar que muchas veces el alumno acaba ganando al maestro.
Enfrentarse a una competición
No saber afrontar mentalmente una competición puede hacer que acabes dejando el deporte. Un mal estado mental puede hacer que la competición tu rendimiento sea mucho peor que en los entrenamientos y además que no disfrutes y acabe por no gustarte lo que haces.
Ten en cuenta que los nervios son parte de esa competición. Deja que vivan, ilusiónate, disfrútales y haz que te ayuden a sacar tu poder.
Emplea frases de motivación. Puedes .escucharlas o decírtelas tú mismo en un diálogo interno o delante de un espejo.
¿Te has fijado que entrenar con música que te gusta te ayuda? Pues utiliza esa música en los momentos previos, ¡ponte a tope!.
Recuerda la importancia de la respiración.
Piensa en el momento presente. No estés pensando en lo que podías haber hecho mejor antes de llegar a este día o en lo que ocurrirá en el futuro que es un hecho de la imaginación.
Genera autoconfianza día a día, no lo dejes para el último momento.
Enfrentarse a un mal resultado
Puede que el resultado no sea el esperado o no cumplas con las expectativas que tenías. No te obsesiones. Tu cerebro intentará que te centres en lo negativo, pero piensa en lo positivo.
Aprende de los errores. Si los analizas, te conoces mejor y piensas en cómo afrontar la próxima competición el error se convertirá en un paso hacia la mejora.
¿A que cuando tienes un mal día de entrenamiento no te castigas? Haz lo mismo si el día de la competición no ha sido bueno, ya habrá otra en la que salga mejor; cada día es un mundo y muchos factores hacen que los rendimientos suban y bajen constantemente.
Conclusión sobre la psicología en el deporte
Los entrenamientos son imprescindibles, pero no olvides que tu mente influye mucho. Entrénala también, no la dejes parada o creciendo en tu contra. El músculo del cerebro influye en todos y cada uno de los otros. ¡Entrena tu mente!