¿Por qué se debe tener disciplina en el deporte? Porque si quieres mejorar al máximo en lo que haces necesitas disciplina. La disciplina y el deporte deben ir unidos si quieres ver resultados y éxito. La disciplina es la capacidad de mantenerte en un curso de acciones y comportamientos que tú mismo te exijas. Por tanto la disciplina realmente es una autodisciplina, es decir ser discípulo de tus propios ideales.
Cuando comenzamos en un deporte queremos mejorar, pero no nos paramos a analizar que si no tenemos disciplina las mejoras sólo ocurrirán en el corto plazo de tiempo. Sin embargo, si te mantienes disciplinado cumplirás todos tus objetivos. Tanto si lo que quieres es ponerte en forma, mejorar en un determinado deporte o desarrollar nuevas habilidades tienes que ser disciplinado. Pero si no sigues lo que tú mismo te has planteado te vas a acabar desgastando. Si tu mente quiere ir al gimnasio pero tu cuerpo no quiere y no lo obligas tendrás conflictos internos en los que acabará ganando la pereza y el bajo rendimiento.
Si estás cansado pero a la vez quieres estar en forma, ser disciplinado con una rutina hará que consigas mejorar tu forma física a pesar de que no te apetece o el cuerpo te dice que no vayas al gimnasio.
Vamos a darte tres pasos para ser disciplinado.
Pregúntate si el objetivo es importante para ti
Ser disciplinado hacia un objetivo es una inversión grande de energía y tiempo. Antes de plantearte un objetivo debes preguntarte si quieres lograr ese objetivo. Si el objetivo es importante para ti lo conseguirás con gusto, pero si son objetivos superficiales que vienen del ego, o son para impresionar a otra persona no tendrás la suficiente fuerza para conseguirlos. Por tanto, ante cada objetivo pregúntate a ti mismo si quieres invertir energía en conseguirlo. Si es que sí adelante pero si no perderás el tiempo y nadie te lo devolverá.
Identifícate como una persona disciplinada
Suena absurdo, pero si quieres disciplina con tus nuevos hábitos debes tener una identidad de persona disciplinada. La identidad es anterior a la acción y por tanto te lo debes plantear y transformarte antes de pensar en tener disciplinas. Si subconscientemente te consideras perezoso, cuando intentes ser disciplinado caerás en breve en tu etiqueta. Por tanto debes etiquetarte como un nuevo “tú” deportista y luchador, cuando lo tengas integrado las rutinas te costarán menos, tanto en el deporte como en el resto de tu vida.
Puedes utilizar afirmaciones ya que son una técnica psicológica que funciona. Mírate en el espejo y repite afirmaciones como “yo soy disciplinado”. Una vez lo asimiles demuéstrate a ti mismo que lo eres añadiendo a las afirmaciones un motivo que lo demuestre, por ejemplo: “yo soy disciplinado porque aunque ayer llovía fui al gimnasio”, o “yo soy disciplinado porque tenía sueño pero salí a correr”. Las afirmaciones te pueden resultar raras si nunca las has usado o no conoces mucho el ámbito de la psicología, pero si te las crees comprobarás que funcionan.
Crea un entorno favorable a tus hábitos
Esto significa que debes tener unos bloques de tiempo concretos al día donde vas a entrenar. Haz un calendario y respétalo, si no no podrás ser disciplinado. Si en el gimnasio puedes reservar clases hazlo con la mayor antelación posible y el resto de planes realízalos entorno a ese horario que ya tienes reservado.
¿Cómo crear un hábito?
Para crear un hábito de la forma más rápida debes empezar siempre haciéndolo de la misma forma. Por ejemplo, al salir de la cama ponte la ropa de deporte, de ese modo tu mente ya sabe que en breve vas a salir a correr o ir al gimnasio. Otro ejemplo puede ser merendar siempre a una hora concreta para coger energía para entrenar una hora después, de ese modo ya tienes un detonante mental que indica a tu cerebro que se vaya preparando y vaya quitando la pereza.
También puede funcionar antes de tu entrenamiento escribir los objetivos de esa sesión o lo que vas a hacer. Esto también hará que de antemano sepas qué vas a hacer y seas disciplinado en el entrenamiento en vez de improvisar, lo cual siempre hace que se pierda más el tiempo y se acabe recortando lo que podías haber realmente aprovechado.
Cuando comiences a poner objetivos y hagas patrones que se repitan crearás un hábito y ya no te costará tanto seguir creando nuevos o avanzando en el creado.
Ejemplos para crear hábirtos deportivos
Deja siempre tu ropa deportiva preparada en un lugar visible a primera hora de la mañana. Cuando vuelvas de trabajar al entrar en casa las verás y tu cabeza sabrá qué es lo que toca. También puedes merendar siempre un pre-entreno que haga de catapulta hacia el paso de irte a entrenar. Este tipo de detonantes ayudan mucho a la cabeza a seguir la disciplina.
Otro truco es darte un premio siempre que hayas cumplido con tu disciplina. No tiene que ser nada especial. Pero por ejemplo un premio puede ser una ducha relajante, o también tomarte un rico batido de proteínas que te guste mucho al acabar. Si a ti te gustan esos pequeños “regalos” que te haces, tu cerebro te empujará a realizar tu disciplina para conseguirlos.
Deportistas de élite y disciplina
En resumen podemos decir que todos los deportistas exitosos tienen disciplina. Son gente que hace lo que tiene que hacer en el momento indicado sin dudar si tienen ganas o no de hacerlo. Además, reciben recompensas como premios, y el afán por intentar llegar a estas recompensan hacen que se esfuercen en mantener la disciplina. Nadie nace con disciplina, es algo que se construye y se entrena, como los músculos. Cuanto más entrenes la disciplina más fuerte serás en este aspecto, pero si no se atrofia y te costará más tenerla.
Diferencia entre fuerza de voluntad y disciplina en el deporte
La diferencia es que la fuerza de voluntad se acaba pronto, y la disciplina es más a largo plazo y es la que realmente te llevará a objetivos. Fíjate objetivos y a partir de ellos planes de acción, ¡no habrá nada que te ayude a conseguir tus metas con más eficacia!